Yo esperaba un milagro de aquellos que se cuentan en los libros, tal vez siempre viva esperando un sueño que llegue de la nada y me despoje de cada miseria. He aprendido que las noches son tan largas como para encontrarte en mis sueños y la taza de café tan pequeña que no logra despojarte de los mismos.
He contado todas las estrellas y cuando llegó a un millón no recuerdo cual había contado antes. Vivo de amor y nadie me ama, leo libros cuando viajo y la carretera es mil veces más chica que el último verso.
Sé que existo pero a veces no sé ni mi nombre, tal vez estoy condenado a vagar solo, con nada más que la sombra de mi propio amor con este hueco en el pecho, donde las aves tejen su nido quizá alguien se asombre con mi vida aunque en realidad no debería. Total somos humanos cometemos errores y estamos diseñados para de vivir de ilusiones…